JARDIN BOTANICO

Felipe II mandó crear un pequeño jardín junto al Palacio Real de Aranjuez. Fernando VI encargó posteriormente un pequeño jardín a Miguel Bernardes en el soto de Migas Calientes, situado en el camino de El Pardo a orillas del río Manzanares. En 1774 Carlos III mandó traer a la corte este pequeño jardín, trasplantando sus árboles y plantas a las huertas que había en el Prado de San Jerónimo, pues eran más amplias y espaciosas para los cuidados que requerían la flora y las semillas que iban llegando de casi todos los continentes.

El Conde de Floridablanca, primer ministro de la monarquía, puso especial interés en las obras que habrían de crear el nuevo Jardín Botánico, sobre todo, porque serviría para engalanar el nuevo Paseo del Prado, que todavía andaba en obras, y, también, porque serviría como un símbolo del mecenazgo de la Corona para con las ciencias y las artes, puesto que allí estaba previsto también la construcción del Gabinete de Historia Natural (actual Museo del Prado) y el Observatorio Astronómico.

El primer proyecto fue encomendado a Francesco Sabatini, quien dispuso el trazado inicial en tres niveles aterrazados que se adaptaban a la orografía del terreno. También es obra del mismo arquitecto la construcción de la Puerta Real (la que da al Paseo del Prado) de corte clásico con columnas dóricas y frontón. Sobre esta base, Juan de Villanueva realizó el proyecto definitivo, más racional, y del que todavía se conserva parte (Terraza de los Cuadros y Terraza de las Escuelas Botánicas). En sus comienzo ocupaba una extensión de 14 hectáreas, pero sufrió dos segregaciones: la primera para la construcción del actual Ministerio de Agricultura, y después para la construcción de la Cuesta de Moyano, por lo que ahora la extensión del Jardín Botánico es de ocho hectáreas.

A comienzos del siglo XIX el jardín botánico se convirtió en uno de los jardines más importantes de Europa, debido a los numerosos y variados manuales e inventarios que se realizaban y de la gran cantidad de pedidos de semillas que se solicitaban. Pero además de su uso científico, el jardín solía ser frecuentado durante la primavera y el verano por la alta sociedad y proporcionaba gratuitamente a los necesitados plantas medicinales.

En 1947 el jardín fue declarado Monumento Nacional.

Su ubicación se corresponde con el lugar en el que se levantaba el Cuartel de la Montaña, cuartel donde se hizo fuerte el general Fanjul durante el alzamiento militar de julio de 1936, y anteriormente fue aquí en donde se produjeron los fusilamientos por parte de las tropas francesas a los sublevados del alzamiento en 1808.