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La creación de este espacio urbano, en la parte oriental que daba al Palacio Real, se inició durante el breve reinado de José I, con los derribos de las primeras manzanas de casas. En 1817, Fernando VII retomó la labor de su predecesor y encargó al arquitecto Isidro González Velázquez la ordenación de la que sería la nueva plaza de Oriente. Se buscaba crear un espacio semicircular frente al palacio, teniendo en el lado opuesto al mismo el teatro real.
La Plaza estuvo separada del palacio por la calle Bailén, hasta que en 1996 se enterró dicha calle, quedando un espacio abierto y unido: Palacio Real, Plaza de Oriente y Teatro Real.
La Plaza se encuentra adornada por veinte estatuas de piedra blanca a doble de su tamaño real de reyes españoles (cinco reyes visigodos y quince del comienzo de la Reconquista), que si bien en un principio se crearon para adornar las cornisas del Palacio, nunca ocuparon ese lugar debido al exceso de peso de las mismas. Incluso existen algunas de estas estatuas dispersas por toda la geografía española. Se construyeron entre 1750 y 1753 por orden de Fernando VI.
En el centro de la plaza se encuentra el monumento de Felipe IV a caballo. Dicha estatua ecuestre fue realizada en bronce teniendo como modelos unos lienzos de Velázquez por Pietro Tacca entre 1577 y 1640. Para éllo contó con el asesoramiento de Galileo Galilei: se hizo maciza la parte trasera del caballo y hueca la delantera para que se pudiera sujetar sobre sus patas traseras. Esta estatua estuvo inicialmente situada en un patio del Palacio del Buen Retiro, hasta que Isabel II la trasladó a la Plaza de Oriente. Para éllo encargó a los escultores de cámara la realización del resto del monumento que hoy le sirve de soporte (cuatro leones, las fuentes con las conchas y bajorrelieves, que representan al monarca imponiendo a Velázquez el hábito de la Orden de Santiago, y el otro la protección que de las artes y letras hacía el monarca). La parte norte y sur de la Plaza se encuentra ocupadas por dos jardines: el de Lepanto (con un monumento en memoria del capitán Ángel Melgar, y el jardín del Cabo Noval con monumento del cabo Luis Noval Ferrao).