QUE VER... ¡MADRID! |
La Real Fábrica de Tapices es una manufactura centenaria fundada en el año 1721 por el rey Felipe V, siguiendo el modelo de los talleres reales establecidos en Francia desde comienzos del siglo XVII. Lo hizo siguiendo el ejemplo de su abuelo Luis XIV, para impulsar la economía nacional y evitar la importación de este tipo de productos de Flandes.
Inicialmente se estableció extramuros de la ciudad, cerca de la Puerta de Santa Bárbara en la que se llamaba la casa de “El Abreviador”, y se le empieza a conocer como la Casa de Santa Bárbara a cargo de Jacobo Vandergoten “El Viejo”. En 1734 Jacobo Vandergoten “El Joven” abre otra fábrica en Madrid: la Casa de Santa Isabel y en 1744 se unen las dos y el rey comienza a hacerse cargo de los gastos de mantenimiento, por lo que pasa a estar vinculada a la Corona.
Los bocetos y cartones sobre los que hacer lo tapices se obtienen de los pintores del rey: Bayeu, Maella,... y especialmente Francisco de Goya, con quien se consigue obtener un estilo propio que se aleja de la estética tradicional flamenca. Paralelamente la fabricación de alfombras va cobrando cada vez mayor importancia.
Durante el siglo XX se va consolidando la privatización de la actividad, puesto que la demanda por parte de la Corona cada vez es más escasa.
En la actualidad es una fundación privada de interés cultural que garantiza el cumplimiento de sus objetivos sociales y el mantenimiento de su rico patrimonio, entre ellos la restauración y conservación de alfombras y tapices.