QUE VER... ¡MADRID! |
Fue encargado por Felipe V a Pedro de Ribera, arquitecto municipal para que fuera el Real Cuartel de Guardia de Corps. Fue durante mucho tiempo el edificio más grande de la capital con sus 25.000 m2 y se le puede considerar como el último ejemplo de la arquitectura madrileña.
Si bien en un principio se creyó que su nombre se debía al Conde Duque de Olivares, estudios más recientes indican que casi con toda probabilidad a quien se refería es al conde de Lemos y III duque de Berwick y Liria, casado con una hija del duque de Alba y quienes conservaron la propiedad de los terrenos hasta 1943.
Durante el siglo XIX fue academia militar y observatorio astronómico, pero un incendio en 1869 destruyó una parte importante del mismo, quedando durante mucho tiempo abandonado hasta que fue adquirido por el Ayuntamiento de Madrid en 1969, comenzando una rehabilitación que llega hasta la actualidad.
Actualmente se realizan en él numerosas actividades culturales: conciertos, exposiciones y ferias.