PALACIO DE LAS CORTES

El Palacio de las Cortes se levanta sobre lo que antiguamente era la Iglesia del Espíritu Santo, lugar en el que se reunían al comienzo de forma provisional, hasta que en 1837 se aprobó la construcción de un espacio adecuado para que albergara a la cámara popular. Para éllo la Real Academia de las Artes de San Fernando convocó un concurso que fue ganado por Narciso Pascual Colomer. Así en 1843 la reina Isabel II colocó la primera piedra del edificio, cuya construcción duró siete años, tiempo durante el cual los diputados se reunían en el Salón de Baile del Teatro Real.

El edificio es de claro estilo neoclásico. En su fachada principal destacan las escaleras flanqueadas por dos leones de bronce procedente de unos cañones obtenidos en la Guerra de África y que fueron añadidos con posterioridad, en el año 1872. El cuerpo central del edificio está formado por un pórtico con seis columnas corintias que sujetan un frontón que representa a “España abrazando la Constitución” y acompañada por imágenes que idealizan la Fortaleza, la Justicia, el Valor, las Ciencias, la Armonía, las Bellas Artes, la Agricultura, el Comercio, los Ríos, la Abundancia y la Paz. Las puertas de acceso son de bronce y se utilizan exclusivamente cuando el Rey realiza la solemne apertura de sesiones del Congreso. En su interior se ubican el Salón de Sesiones, la Sala de Conferencias, la Presidencia del Congreso, la Sala de Ministros y la Biblioteca. La Sala de Sesiones es conocida popularmente como el “hemiciclo” debido a su forma semicircular. El hemiciclo está cubierto por una bóveda de 50 metros con una pintura central de Isabel II, rodeada de personajes de la historia de España tales como El Cid, Miguel de Cervantes y Colón.

Durante los años 80 se han ampliado las dependencias del Congreso con un edificio situado en la manzana contigua y unido al principal a través de un puente sobre la calle de Floridablanca.