PANTEON DE HOMBRES ILUSTRES

Es un edificio de estilo neobizantino obra de Fernando Arbós. El proyecto incluía la construcción de la Basílica, muy deteriorada tras la invasión francesa, y que hubo que terminar de destruir.

Debido a que también fue utilizada como cuartel de inválidos, se produjeron diversos enterramientos, por lo que la reina regente María Cristina decidió que la nueva basílica tuviera anexo un panteón para respetar los enterramientos existentes. Así se convocó un concurso público, saliendo como ganador del mismo el arquitecto Arbós. Así el panteón se concibió como claustro de la basílica y estaba inspirado en el camposanto de Campo dei Miracoli en Pisa. El proyecto era muy ambicioso puesto que se iba a convertir en templo de la corte y sede de ceremonias religiosas reales.

En 1891 se comenzó su construcción de la que sólo se pudo terminar el panteón y el campanil de la basílica, por falta de presupuesto.

El claustro/panteón es de planta cuadrada, con tres galerías con arcadas y vidrieras y dos cúpulas semiesféricas en las esquinas. Sobre la puerta de entrada hay un frontón. En el interior hay un pequeño jardín donde se ubica el mausoleo conjunto. Las galerías tienen cada una una puerta central por la que se puede acceder al jardín. Todo el conjunto está rodeado por una verja de hierro.

En la actualidad soló se encuentran allí los restos mortales de José Canalejas, las demás personalidades que se habían enterrado fueron reclamadas por distintas ciudades, conservándose exclusivamente los monumentos funerarios.